Poco más de 291 hectáreas de superficie forestal (291,16) han ardido en Aragón entre el 1 de junio y el 15 de septiembre en 159 siniestros (38 incendios y 121 conatos). De ellas, 157,65 hectáreas eran superficie arbolada. Estos datos representan un 91% menos de superficie quemada que la media histórica de los últimos 20 años, pero solo un 4% menos de siniestros. La media histórica para este periodo del año es de 165 siniestros y 3.238,81 hectáreas quemadas.
Los buenos datos responden a un conjunto de factores y, en gran medida, a las condiciones meteorológicas. La abundancia de precipitaciones durante la primavera retrasó la disponibilidad del combustible forestal para arder, y cuando comenzaba a secarse, la DANA de mediados de julio volvió a mejorar la humedad de la vegetación. Además, las tormentas que se han producido durante el verano no han sido secas, lo que ha reducido los rayos sin precipitación asociados a episodios de simultaneidad de incendios.
Un verano sin GIFs que ha permitido colaborar con otros territorios
En todo el verano no se ha registrado en Aragón ningún gran incendio forestal (GIF)—más de 500 hectáreas—, ni tampoco en lo que va de año. Apenas nueve siniestros han superado las diez hectáreas. El incendio más importante fue el de Tolva (Huesca), con 47 hectáreas afectadas, seguido del de Berge (Teruel), con algo más de 41,7 y el de Daroca (Zaragoza), que afectó a 21,2 hectáreas de superficie forestal.
En cuanto a los grupos de causas, el 41% de los incendios se debió a rayos, principalmente en Teruel (69% de los siniestros en la provincia). Le siguen los accidentes y las negligencias (casi el 33%). De este 33%, 6 de cada 10 siniestros se debió a motores y máquinas (concretamente, el 63%).
Entre el 14 y el 30 de agosto se enviaron cuatro convoyes con personal del Gobierno de Aragón y de la empresa pública Sarga a Castilla y León. También se participó en los incendios de Paüls (Cataluña), Carcastillo (Navarra), Teresa de Cofrentes y Artana (Comunidad Valenciana). Esta colaboración refuerza la coordinación interautonómica y solo es posible cuando el riesgo en Aragón está bajo control.
El inicio de campaña estuvo marcado por un buen estado hídrico de la vegetación gracias a las lluvias de marzo, abril y principios de mayo. Junio de 2025 fue el más cálido de los últimos 64 años, con precipitaciones normales pero muy irregulares. Julio resultó húmedo y con temperaturas en valores medios, y agosto se situó entre los más calurosos de la serie histórica, con lluvias dentro de la normalidad.
Durante la campaña de verano se registraron 20 días con alerta roja por peligro de incendios en al menos una zona de Aragón (del 28 de junio al 4 de julio, del 5 al 18 de agosto y los días 21 y 26 de agosto). Dentro de estos días, por primera vez, se activó el Nivel de Alerta Rojo Plus entre el 16 y el 18 de agosto, con medidas excepcionales como la prohibición de espectáculos pirotécnicos, la limitación de acceso motorizado a las masas forestales o la suspensión de pruebas deportivas en estos entornos, entre otras.
Al margen de su trabajo en la prevención y extinción de incendios dentro y fuera de Aragón, el dispositivo INFOAR también ha participado este verano en las labores de limpieza de varios municipios afectados por distintos episodios de intensas precipitaciones. Destacan los trabajos realizados durante varios días, a mediados de junio, en Letux, Azuara, Villar de los Navarros, Herrera de los Navarros y Almonacid de la Cuba. También se desplazaron, a mediados de julio, a la zona de Molinera, entre Ráfales y Monroyo para retirar algunos árboles caídos y rocas.